VATICANO,
El Papa Benedicto XVI explicó que a la cultura diabólica del mundo de hoy de la calumnia y la mentira, los católicos deben decir siempre no, ya que por ser bautizados pertenecen a Dios y por ello deben vivir en la verdad.
Según señala el diario vaticano L'Osservatore Romano, así lo indicó el Santo Padre en una extensa reflexión de 30 minutos de duración que no leyó y que dio en la Basílica de San Juan de Letrán (Roma), en ocasión de la inauguración del congreso eclesial de la diócesis de Roma. El Papa hizo una profunda reflexión sobre la realidad del Bautismo y su actualidad para los cristianos de hoy.
Tras explicar algunas realidades propias del sacramento, el Pontífice se refirió a las tres renuncias que se hacen durante el rito bautismal. Sobre la renuncia "a las seducciones del mal para no dejarse dominar por el pecado", Benedicto XVI recordó que en el pasado la pregunta era distinta y se refería a la "renuncia a la pompa del diablo".
"La pompa del diablo era sobre todo los grandes espectáculos crueles, en los que la crueldad se convertía en diversión, en los que matar a los hombres era una cosa espectacular: era un espectáculo la vida y la muerte de un hombre. Estos espectáculos crueles, esta diversión del mal es la ‘pompa del diablo’, donde aparece con aparente belleza y, en realidad, aparece con toda su crueldad".
El Papa explicó luego que "además de este significado inmediato de las palabras ‘pompa del diablo’, se quería hablar de un tipo de cultura, de una way of life (modo de vida), en el que no cuenta la verdad sino la apariencia, no se busca la verdad sino el efecto, la sensación, y bajo el pretexto de la verdad, en realidad, se destruyen hombres, se quieren destruir y crear solo a sí mismos como vencedores".
Entonces, prosiguió, "esta renuncia era muy real: era la renuncia a un tipo de cultura que es una anticultura, contra Cristo y contra Dios" que en el Evangelio de San Juan es llamada "este mundo".