VATICANO,
Al celebrar esta tarde (hora local) la Santa Misa y la procesión eucarística por la Solemnidad del Corpus Christi, el Papa Benedicto XVI dijo que la Eucaristía, el Sacramento del amor de Cristo, debe impregnar toda la vida cotidiana.
A las 7:00 p.m. hora local, el Santo Padre celebró la Santa Misa en la Basílica de San Juan de Letrán, y posteriormente dirigió la tradicional procesión junto a miles de fieles, hasta la Basílica de Santa María la Mayor.
En su homilía, Benedicto XVI reflexionó sobre dos aspectos del Misterio eucarístico: el culto de la Eucaristía y su sacralidad.
El Papa explicó que es un error "contraponer la celebración y la adoración, como si estuvieran en competencia la una contra la otra. Es precisamente, todo lo contrario: el culto del Santísimo Sacramento constituye el ‘ambiente’ espiritual en el cual la comunidad puede celebrar bien y en verdad la Eucaristía".
"Sólo si está precedida, acompañada y seguida por esta conducta interior de fe y de adoración, la acción litúrgica puede expresar su pleno significado y valor", añadió.
"El encuentro con Jesús en la Santa Misa se realiza verdadera y plenamente cuando la comunidad es capaz de reconocer que Él, en el Sacramento, habita su casa, nos espera, nos invita a su mesa y, luego, una vez que la asamblea se ha disuelto, permanece con nosotros, con su presencia discreta y silenciosa, y nos acompaña con su intercesión, y sigue recogiendo nuestros sacrificios espirituales y ofreciéndolos al Padre".