MILÁN,
El jugador de fútbol argentino y capitán del equipo italiano Inter de Milán, Javier "Pupi" Zanetti, dio su testimonio como padre de familia en el Encuentro Mundial de Familias que se inició ayer en esa ciudad y que contará el fin de semana con la presencia del Papa Benedicto XVI.
"Mi sueño era ser futbolista y he hecho de todo por lograr convertirme en un futbolista importante, pero me gusta mucho estar en familia, estar en mi casa con mi mujer y mis hijos", dijo en declaraciones dadas a conocer por los organizadores del Encuentro.
"De mi padre aprendí el sacrificio. Nosotros somos privilegiados, aunque tenemos la posibilidad de dar todo a nuestros hijos es necesario decir no: a ellos debemos hacerles comprender que sin sacrificio no se obtiene nada", agregó el capital del Inter.
En el año 2008, cuando el Inter cumplió 100 de años de fundación, el Papa Benedicto XVI recibió de obsequio de manos de Zanetti una camiseta del club con su nombre "Benedetto XVI".
En aquella oportunidad y al final de la audiencia general del 8 de mayo, Zanetti comentó que "sin Cristo el hombre no puede vivir plenamente" y reconoció que "la bendición del Papa es un estímulo más para que comprendamos nuestro papel de testigos cristianos, en la familia y en el deporte, y el deber de estar junto a las personas desafortunadas, sobre todo los niños".
Javier Zanetti y su esposa dirigen la Fundación Pupi dedicada a "devolver la fe, la dignidad y la esperanza a la niñez en estado de riesgo social y a sus familias", según se aprecia en su sitio web.