ROMA,
Mientras un grupo de sacerdotes extranjeros publicaron un comunicado de apoyo al P. Gastón Garatea, un Arzobispo peruano desde Roma (Italia), le pidió al sacerdote que recuerde sus compromisos como presbítero y religioso; y ofreció sus oraciones a los sagrados corazones de Jesús y María, "corazones que vivieron la obediencia transida de amor".
Las declaraciones de Mons. José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura y Tumbes, siguieron a la publicación el sábado 26 de mayo de un comunicado en el diario La República en el que se defiende al P. Garatea y se ataca al Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, por no renovar las licencias ministeriales del sacerdote para servir en la Arquidiócesis de Lima.
Los sacerdotes firmantes, la gran mayoría bordeando los 70 años de edad, son del círculo inicial de Gustavo Gutiérrez –uno de los principales representantes de la teología marxista de la liberación– y hasta ahora estaban desaparecidos del panorama eclesial.
En declaraciones a ACI Prensa desde Roma (Italia) y a pocos días de participar del 7º Encuentro Mundial de las Familias en Milán que estará presidido por el Papa Benedicto XVI, Mons. Eguren señaló que "no como obispo, sino como hermano suyo en el sacerdocio, quisiera sugerirle al P. Gastón desde Roma que reflexione no sólo a quién prometió obediencia, respeto y fidelidad cuando se consagró como religioso de los Sagrados Corazones sino también cuando se ordenó como sacerdote".
El Prelado señaló que la no renovación de las licencias eclesiásticas es un procedimiento previsto por el Derecho de la Iglesia que busca "servir de remedio para que el sacerdote implicado corrija lo que debió corregir cuando oportunamente se le llamó la atención y no lo corrigió antes de la medida; y proteger a los fieles cristianos de la conducta o doctrina del sacerdote afectado".
"La medida es fundamentalmente medicinal, es decir busca la conversión en este caso del sacerdote. Asimismo porque el sacerdote tiene pleno derecho a su buen nombre es frecuente que la autoridad eclesiástica mantenga la medida en privado, como lo ha hecho el Cardenal Juan Luis Cipriani con el P. Gastón Garatea", añadió.