LIMA,
Una fuente cercana al Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Lima (Perú), señaló que la no renovación de licencias al P. Gastón Garatea, de la Congregación de los Sagrados Corazones, siguió el proceso establecido por el Código Canónico y por tanto no hubo "ningún exceso" por parte del Arzobispado.
La fuente explicó este viernes a ACI Prensa que de acuerdo al Código de Derecho Canónico "el Obispo tiene toda la potestad de dar las licencias a un sacerdote previo a un examen. Existe en todas las diócesis un tribunal sinodal, que examina a todos los que piden las licencias ministeriales, y todos los sacerdotes -diocesanos y religiosos-, están sometidos al examen sinodal previo a las licencias ministeriales".
Por ello dijo que "cuando el Obispo toma una decisión, en este caso de no renovar las licencias ministeriales, previamente ha tenido que pedir informe a este tribunal sinodal y también a su senado, que es el colegio de consultores. No es una decisión personal, previamente ha tenido que cumplir todo un procedimiento".
Por ello, rechazó el comunicado publicado ayer en medios locales que respalda al sacerdote y acusa al Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, de imponerle una "injusta medida".
"No hay ningún exceso del Arzobispado, más bien con conocimiento del derecho canónico y del examen sinodal diría que esta medida (de no renovarle las licencias) se debió haber tomado hace muchos años atrás".
Indicó además que el P. Garatea ha tenido "un sinfín de pronunciamientos contrarios (a la doctrina católica) explícitamente aunque hoy quieran maquillarlo".