VATICANO,
Con ocasión del juramento de los nuevos soldados de la Guardia Suiza del Vaticano, el Papa Benedicto XVI les explicó que el secreto de la eficacia de su trabajo, al servicio de la Iglesia y el Santo Padre, está en la constante referencia a Cristo.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre recibió esta mañana en audiencia a los 26 nuevos soldados que juraron ayer fidelidad a la defensa del Sumo Pontífice y la Curia Romana al ingresar al cuerpo de la Guardia Suiza.
A ellos les dijo que "el secreto de la eficacia de vuestro trabajo aquí en el Vaticano, como también de cada uno de vuestros proyectos es, por tanto, la constante referencia a Cristo. Este es el testimonio de muchos de vuestros antecesores, que se distinguieron no solo en el desarrollo de vuestro trabajo, sino también en el compromiso de la vida cristiana".
De vuestro compañeros, continuó el Pontífice, "algunos fueron llamados a seguir al Señor en la vida del sacerdocio y la vida consagrada, y respondieron a tiempo y con entusiasmo. Otros en cambio, coronaron felizmente el sacramento del Matrimonio con su vocación conyugal".
"Doy gracias a Dios, fuente de todo bien, por los diversos dones y las varias misiones que Él os confía, y rezo para que también vosotros, que empezáis vuestro servicio, podáis responder plenamente a la llamada de Cristo siguiéndolo con fe y generosidad".
El Papa recordó luego que "las funciones que desarrolla la Guardia Suiza constituyen un directo servicio al Sumo Pontífice y a la Sede Apostólica. Es por tanto motivo de viva apreciación el hecho de que los jóvenes elijan consagrar algunos años de su existencia en total disponibilidad al Sucesor de Pedro y a sus colaboradores".