MADRID,
Cerca de una veintena de personas que abandonaron el estilo de vida gay expresaron su apoyo al Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Plà, ante los ataques dirigidos por el lobby homosexual, y le revelaron los sufrimientos vividos en ese "infierno".
Así describe un varón de 29 años su permanencia en el estilo de vida gay. En una carta dirigida a Mons. Reig Plà, el hombre, que mantuvo su identidad en reserva, expresó que gracias "a la integridad de los valores de la Iglesia y a su defensa incondicional y valiente, yo me he librado de caer en el infierno de una vida gay".
"Quería decirle que yo nunca he sido una persona ‘religiosa’. Ahora tengo 29 años y llevo cerca de 3 años en terapia, nunca he vivido la fe, y ni siquiera he asistido a las celebraciones litúrgicas que la Iglesia marca como ‘obligatorias’, pero tengo que decirle que uno de los principales motivos de no haber llegado a vivir una vida ‘gay’, ha sido porque en el fondo de mi corazón existía la duda: ¿Por qué la Iglesia, una institución con más de 2,000 años de historia y de pensamiento no apoya la homosexualidad? ¿No será que tendrán razón?".
Tras reconocer que tuvo una infancia y juventud difícil, marcada por la soledad, el joven señaló que si bien no se puede considerar "curado", sí se siente "mucho mejor, que estoy bien, incluso. Y lo que sí puedo asegurar es que yo vivía en un infierno (de mi propia soledad y desprecio) y ahora vivo con una sonrisa, queriéndome más y pudiendo querer a los demás".
Una mujer de 22 años y en formación universitaria también escribió al Obispo, refiriéndole "esa experiencia de vida infernal" y tormentosa que significó para ella la atracción por personas del mismo sexo (AMS).
"Tenia 18 años cuando me enrede en la primera relación AMS, ahí todo empezó por curiosidad y por hacer algo diferente pero termine en un mar de confusión", señaló.