Kaduna,
Al menos 38 muertos y 35 heridos graves es el trágico balance provisional del atentado de este Domingo de Pascua con dos coches bomba frente a dos iglesias de Kaduna en el norte de Nigeria, zona donde se llevan padeciendo numerosos ataques islamitas en los últimos meses.
El atentado, con dos coches bomba, se produjo en la zona de Sardauna Cresent, alrededor de las 11.30, en una zona comercial, teniendo como objetivos las iglesias evangélicas de África Occidental y la de las Asambleas de Dios –pertenecientes a la rama evangélica Todos Ganamos, cristianos que cuentan con unos cinco millones de fieles en Nigeria–, ante la que se encontraban estacionados los dos vehículos, cuyas bombas explotaron al chocar contra ellos otro vehículo conducido por un terrorista suicida, según las últimas investigaciones.
La explosión causó también un cráter de medio metro de profundidad, destruyó parte del tejado del Fina White, destrozó ocho coches y varias motocicletas y dañó unos 60 edificios en un radio de unos 500 metros.
Desconociendo todavía el atentado, desde la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI pedía en su bendición ‘urbi et orbi’, ante 100 mil fieles, respeto religioso en África y el fin de la violencia en Siria.
"A Nigeria, que en los últimos tiempos fue escenario de ataques terroristas sangrientos, que la alegría pascual le infunda las energías necesarias para empezar de nuevo a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad religiosa de sus ciudadanos", dijo el Papa.