SANTIAGO,
Los Misioneros de la Preciosa Sangre en Chile informaron que un sacerdote que pertenece a esta congregación, el Padre Miguel Ángel Soto Macías, fue exculpado de las acusaciones de abusos sexuales que pesaban sobre él tras haber sido investigado en los fueros civil y eclesiástico.
En el texto dado a conocer hoy y que lleva la firma del Padre Nicanor Azúa Canales, Superior de la Congregación Misioneros de la Preciosa Sangre, se recuerda que las acusaciones contra el Padre Macías fueron hechas en agosto del año pasado en Osorno.
Durante todo este tiempo colaboró "plenamente con la investigación y ha manifestado su absoluta inocencia respecto de los cargos que se le formularon".
A petición del mismo sacerdote y siguiendo lo ordenado por la Conferencia Episcopal de Chile en estos casos, el presbítero fue suspendido en sus funciones pastorales hasta hoy, día en que la fiscalía de Río Negro decidió "no perseverar en la investigación, por no haberse reunido antecedente alguno en su contra que lo involucre en el delito investigado".
"Cabe señalar que el sacerdote nunca fue formalizado por la justicia, y que, con el mérito de la resolución de la Fiscalía local, tampoco será acusado", añade el comunicado.
El texto afirma luego que "la autoridad competente de la Iglesia, siguiendo las disposiciones del Protocolo de la Conferencia Episcopal de Chile, ha llevado a cabo una investigación preliminar, cuyo resultado estableció, más allá de cualquier duda, la inexistencia de algún elemento que pudiere vincular al Padre Miguel Ángel con los hechos que se le imputaron".