LEÓN,
Durante una multitudinaria serenata en las afueras del Colegio de Miraflores donde se hospeda en León (México), el Papa Benedicto XVI rompió el protocolo para saludar a la multitud e improvisar un breve mensaje.
El Santo Padre agradeció todo el cariño recibido en estos días y aseguró que ya sabe lo que es sentirse un "Papa mexicano".
A su regreso de la Catedral de León, donde presidió el rezo de las Vísperas ante cientos de obispos de América Latina, el Papa tenía previsto descansar, antes de la ceremonia de despedida de mañana lunes en el aeropuerto de Silao.
Sin embargo, en los alrededores del hospedaje papal la multitud no parecía dispuesta a dejarlo ir.
Miles de mexicanos coreaban vítores y las famosas porras, mientras un grupo mariachi entonaba alegres melodías mexicanas tradicionales.
En medio de esta fiesta y cuando entonaban el popular "Cielito lindo", el Pontífice salió de la casa para saludar a los presentes, recibió de manos de una joven mariachi un sombrero típico mexicano de color blanco, lo lució por varios minutos mientras recibió el saludo de los músicos e improvisó unas palabras en italiano, traducidas por el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre.