ROMA,
El vuelo que llevó al Papa Benedicto XVI duró 14 horas, recorrió 10.267 kilómetros y permitió al Pontífice enviar bendiciones a siete países.
Desde su salida del Aeropuerto Roma-Fiumicino hasta su llegada al Aeropuerto de León-Guanajuato (México), el Santo Padre sobrevoló Italia, Francia, Reino Unido, Irlanda, Groenlandia, Canadá y Estados Unidos.
Según informó Radio Vaticana, en su mensaje al presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, el Santo Padre expresó que al viajar a Cuba y México para cumplir su 23º Viaje Apostólico, tiene “la grata ocasión de saludar a su excelencia y a todos sus compatriotas ¡Que Dios bendiga Francia y done a sus habitantes prosperidad y felicidad!”.
Al dirigirse a la Reina Isabel II del Reino Unido, Benedicto XVI aseguró a su majestad, y a todo el pueblo británico “un recuerdo especial en mis oraciones”.
Asimismo, al saludar al presidente de Irlanda, Michael Higgins, aseguró sus oraciones por todo el pueblo de Irlanda, “invocando asimismo las bendiciones de Dios de paz y prosperidad”.
Una vez atravesado el Océano Atlántico, sobrevolando Groenlandia, el Papa expresó a su Majestad Margarita II de Dinamarca, sus “buenos deseos para todos los pueblos de su reino”.