MÉXICO D.F.,
La calma y un intenso ambiente de oración reinaron durante el sismo que sorprendió a cientos de fieles mexicanos que asistían a Misa en la Basílica de Guadalupe en el Distrito Federal de México.
En medio de la Eucaristía y al percatarse del temblor, el sacerdote celebrante pidió a todos los presentes mantener la calma, quedarse en el recinto y "ponerse de rodillas para elevar a una oración al Señor en estos momentos".
Los asistentes –entre los que se encontraba el enviado especial de ACI Prensa para la visita del Papa Benedicto XVI a México, Walter Sánchez Silva– hicieron caso al sacerdote y comenzaron a rezar.
Casi al final de la Misa, el presbítero dio gracias a Dios porque no se reportaron pérdidas humanas aunque sí ha habido una gran cantidad de daños materiales, como las más de 800 casas que fueron afectadas en el estado de Guerrero, en donde se registró el epicentro del sismo de 7.8 grados en la escala de Richter.
Otro sacerdote reflexionó sobre la providencia de Dios y contó cómo había perdido la credencial para poder ingresar a la Basílica de Guadalupe esta mañana.
Tras relatar que los agentes de seguridad la encontraron y se la entregaron a los encargados de la sacristía, señaló que así como con él, "Dios cuida de todos, como hemos podido ver durante el temblor".