VATICANO,
El Papa Benedicto XVI, en su mensaje previo al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, afirmó que es solamente cuando se confiesan “sinceramente las propias culpas a Dios, que se encuentra la verdadera paz y la verdadera alegría”.
Benedicto XVI lamentó que, a pesar de ello, “a veces,el hombre ama más las tinieblas que la luz, porque está apegado a suspecados”.
En referencia al pasaje evangélico de hoy, en el que Jesús asegura que “es necesario que el Hijodel hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tenganVida eterna”, el Papa señala que “Jesús será alzado en la Cruz, para quecualquiera que está en peligro demuerte a causa del pecado, dirigiéndose a Él con fe, que ha muerto por nosotros,sea salvado”.
“Es importanteentonces acercarse regularmente alSacramento de la penitencia, particularmente en Cuaresma, para recibir elperdón del Señor e intensificar nuestro camino de conversión”.
El Santo Padreseñaló que “si infinito es el amor misericordioso de Dios, que llegó al extremode dar a su único Hijo para recate de nuestra vida, grande es también nuestraresponsabilidad. Cada uno, en efecto, debe reconocersu propia enfermedad para poder ser curado”.