El sacerdote Marcel Guarnizo desmintió las versiones periodísticas que en los últimos días lo han convertido en blanco de furiosos ataques del lobby gay por no dar la comunión a una activista lesbiana –que además se declara budista– en los funerales de su madre.
En una declaración enviada hoy a ACI Prensa, el sacerdote de origen colombiano –que debido al malentendido mediático ha sido amonestado por su arquidiócesis–, detalló lo ocurrido el 25 de febrero en la parroquia Saint John Neumann de Maryland cuando celebró los funerales de la madre de Barbara Johnson, la mujer que ahora se presenta como su víctima y ha lanzado una cruzada en su contra.
Según el sacerdote, Johnson –a quien nunca antes había visto– apareció minutos antes de la Misa de exequias en la sacristía del templo junto a una mujer a la que le presentó como su amante.
Barbara Johnson "nunca ha sido de mi parroquia. De hecho nunca la había visto ni a ella o su familia antes de esa fatídica mañana", sostiene el sacerdote.
"Cuando traté de alcanzar a la señorita Johnson, su amante se interpuso en mi camino en la estrecha sacristía y con su cuerpo bloqueó el camino hacia la puerta. Cortésmente le pedí que se moviera y no lo hizo", detalló.
El sacerdote recordó que el derecho canónico establece que no se puede dar la comunión a "los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave".