LA HABANA,
El diario El Nuevo Herald destacó la labor social que realiza la Iglesia dentro de Cuba y que la ha convertido en la "tabla de salvación para muchos cubanos" que buscan sobrevivir cada día en medio de la precaria economía de la isla.
"Un almuerzo gratis te salva la vida cuando una libra de puerco te cuesta más de un CUC [moneda convertible] (…). Para mí la iglesia es más que un templo o una misa. Es una manera de sobrevivir", afirmó María Antonia, viuda y jubilada de 69 años que acude a uno de los almuerzos gratuitos que da la parroquia de su barrio, pues su pensión de 12 dólares solo le alcanza para comer seis u ocho días al mes.
El diario de Miami (Estados Unidos), informó que cada vez son más los comedores católicos que acogen a personas como María Antonia –que prefiere no decir su apellido-, en medio del recorte de los subsidios ordenado por Raúl Castro en alimentación y salud.
"La necesidades están creciendo y los recursos del estado son limitados", comentó Maritza Sánchez, directora de Caritas Cubana, entidad que recién en 1991 pudo abrir su oficina luego de la caída de la Unión Soviética y el consecuente fin de su apoyo económico a la isla caribeña.
Según el Nuevo Herald, los comedores funcionan también gracias a la ayuda de los exiliados católicos y grupos en el extranjero, cuyos aportes sirven además para financiar programas de salud y educación.
Sin embargo, contra lo que se cree, la labor social de la Iglesia siguió incluso durante los primeros años del Gobierno de Fidel Castro, pues a pesar de haberse declarado ateo, perseguir a sacerdotes y religiosas, y haber confiscado propiedades de la Iglesia, permitió la presencia de algunas órdenes religiosas que administraran varios hospitales y hogares de ancianos.