BARCELONA,
El Hospital Clínic de Barcelona y el Hospital Sant Joan de Déu han operado por primera vez en el mundo a un bebé de 26 semanas que sufría una patología pulmonar anómala que conduce a la muerte fetal o neonatal en el 90 por ciento de los casos, y que ha permitido que la niña naciera bien con 2,54 kilos en la semana 38,6.
La pequeña Alaitz ('alegría' en vasco), que ahora tiene 20 meses y hace vida "completamente normal", fue sometida a otra intervención quirúrgica definitiva a los 13 días de vida, en que los cirujanos le extirparon los lóbulos pulmonares dañados por una lesión bronquial –conocida como artresia bronquial– en la parte principal del pulmón derecho.
La menor presenta un desarrollo neurológico, cardíaco y respiratorio correcto, y los diseñadores de la delicada intervención –los especialistas en medicina y terapia fetal del Hospital Clínic Eduard Gratacós y Josep Maria Martínez y la cirujana Montserrat Castañón y el neonatólogo Julio Moreno de Sant Joan de Déu– se han felicitado por el avance.
Una ecografía a las 20 semanas de gestación en el Hospital de Mollet del Vallès (Barcelona) hizo saltar las alarmas de la lesión potencialmente mortal, cuya detección precoz –anteriormente descrita pero no tratada– llevó a la gestante a manos de los citados expertos, que la intervinieron vía endoscopia cuando pesaba 800 gramos.
Según ha explicado Gratacós, la novedad es que nunca se había tratado esta lesión en los bronquios, que conducía a la muerte irremediable de los pequeños por insuficiencia respiratoria, y hace año y medio el equipo logró operarla con éxito introduciendo un catéter de 3 milímetros por la boca que permitió llegar al bronquio afectado que presentaba una progresión tumoral.
La parte intermedia del bronquio estaba paralizada, lo que hinchaba el pulmón e impedía el desarrollo correcto del mismo, ante lo cual los médicos accedieron a la zona y, con un láser, la desobstruyeron y conectaron las otras dos vías aéreas para que el pulmón pudiera crecer de forma normal.