KÖNIGSTEIN,
El Arzobispo católico de rito maronita de Damasco (Siria), Mons. Samir Nassar, calificó de "punto muerto asesino" la situación que viven los pobladores de ese país ante el enfrentamiento que sostienen rebeldes y las fuerzas armadas del gobierno sirio.
En declaraciones recogidas por la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Mons. Samir Nassar afirmó que la gente se Siria se encontraba soportando enromes presiones, ante el desastre económico y el conflicto armado, que ha llegado a casi todos los pueblos del país.
Según reveló el prelado, los pobladores sirios están desesperados por abandonar el país, pero no pueden acceder a visas tras el cierre de las embajadas en la capital del país, Damasco.
"La ineludible situación está avivando los temores de los fieles, que se dicen adiós los unos a los otros al final de cada Misa, con gran incertidumbre de lo que el futuro les puede deparar".
El Arzobispo también señaló que los jóvenes sufren de forma particular la crisis en el país, pues se sienten abandonados por el resto del mundo, y sienten que otros países no están haciendo lo suficiente por ayudarlos.
Sin embargo, Mons. Nassar subrayó que quienes más han sufrido por la difícil situación que se vive en ese país han sido los pobladores más vulnerables, quienes "son sujeto de enormes presiones y sufrimientos, que sólo crecen con el pasar del tiempo y el odio que divide, y la pobreza que se extiende".