LOS ÁNGELES,
El presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, señaló que la actuación de la rapera Nicki Minaj en los recientes premios Grammy fue un grave ataque al catolicismo, que se suma a otros que sufre este sector de ciudadanos en Estados Unidos.
El domingo 12 Minaj subió al escenario de los Grammy con un vestido rojo de Versace que simulaba un hábito de religiosa, acompañada de un hombre disfrazado de Papa.
La rapera cantó su tema "Roman Holiday" e interpretó a una joven endemoniada, rodeada de iconografía cristiana y de un grupo de bailarines a modo de monjes.
"Seguramente la parte más vulgar fue la declaración sexual que mostró a una bailarina ligera de ropa estirándose hacia atrás mientras que un monaguillo se arrodillaba entre sus piernas para ‘rezar’", señaló Donohue.
En ese sentido, el líder católico afirmó que "nada de esto fue un accidente y todo estuvo aprobado por la Academia de la Grabación. Si Minaj está poseída es seguramente una pregunta abierta, pero no cabe duda de la irresponsabilidad de la Academia de la Grabación. Nunca permitirían a un artista insultar el judaísmo o el islam".
Minaj dijo posteriormente que su espectáculo fue una referencia a la cantante Madonna, conocida también por sus agresiones a la fe.