VATICANO,
Al recibir esta mañana a los miembros de la Fundación Juan Pablo II para el Sahel –región de África subsahariana que abarca la costa occidental y central– el Papa Benedicto XVI señaló que la misión de la Iglesia es aportar la luz de Cristo, que transformará "todo en todos".
El Santo Padre dijo que "la caridad debe promover todas nuestras acciones. No se trata de querer hacer un mundo ‘a la medida’, sino que se trata de amar. Por esa razón la Iglesia no tiene como vocación primera transformar el orden político o cambiar el tejido social".
Lo que la Iglesia busca, explicó el Santo Padre, es "aportar la luz de Cristo. Es Él quien transformará todo en todos. Es a causa de Jesucristo y por Él que el aporte cristiano es así de específico".
Benedicto XVI afirmó luego que en los últimos meses, el Sahel "ha vuelto a estar gravemente amenazado por una disminución importante de los recursos alimentarios y por el hambre, a causa de la falta de lluvia y del consiguiente avance constante del desierto".
Por ello exhortó a "la comunidad internacional a interesarse seriamente por la extrema pobreza de estas poblaciones en las que las condiciones de vida se deterioran. Deseo también alentar y apoyar los esfuerzos de los organismos eclesiales que operan en este campo".
El Papa comentó también que en algunos de los países en los que opera la Fundación está presente el Islam y manifestó su satisfacción por las buenas relaciones con los musulmanes. El Santo Padre precisó que "es importante testimoniar que Cristo vive y que su amor va más allá de toda religión, raza y cultura".