ROMA,
El sacerdote cubano Jorge Luis Pérez Soto, expárroco de la Catedral de La Habana (Cuba), y actual estudiante de teología dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, afirmó que el Papa Benedicto XVI irá a la isla a proclamar que "el amor es el único camino posible para el hoy y para el mañana de Cuba" y que "solamente en el amor tendremos una sociedad nueva".
En recientes declaraciones a ACI Prensa, el sacerdote diocesano indicó que "en el actual momento de la historia de Cuba, de cambios económicos y sociales evidentes a la vez, creo todavía que un poco tímidos, un poco lentos… nuestro pueblo necesita reencontrar un motivo de esperanza más grande del que pueda colocarse en el horizonte de un cambio social o económico".
"Estoy convencido en la fe, de que Dios nuestro Señor sacará el mayor provecho para nuestro pueblo y para nuestra Iglesia de la visita del Papa y de todo lo que está viviendo Cuba en estos momentos", afirmó, e indicó que la llegada de Benedicto XVI permitirá fortalecer los vínculos entre los cubanos y el Santo Padre.
Explicó que el católico cubano mantiene una esperanza en medio del desaliento y está llamado a ser "vehículo de reconciliación en Cuba", sanando el corazón y las heridas del pasado, "buscando también cómo participar más en el compromiso social por transformar la sociedad, por transformar la patria en este momento de grandes cambios en Cuba, y participando activamente en la vida eclesial".
El P. Pérez Soto también se refirió a los inicios del régimen comunista. "Ciertamente diezmó a la Iglesia en aquellos años, pero creo que también le hizo a la Iglesia un gran beneficio, porque la Iglesia despojada de todo lo accesorio tuvo que buscar lo esencial, tuvo que buscar lo central, y eso nos hizo una Iglesia pequeña, débil, pero una Iglesia unida en torno a los pastores de la Iglesia, una Iglesia unida en torno al Santo Padre".
En ese sentido, dijo que la visita de Juan Pablo II a Cuba en 1998 fue "una experiencia nueva" para la Iglesia en la isla, pues en los siguientes 14 años sus mensajes han sido "el camino por el que hemos enrumbado nuestra actividad pastoral". Además de las libertades religiosas que el régimen de los hermanos Castro ha ido concediendo poco a poco.