El artesano mexicano José Cruz González Martínez es el encargado de elaborar la silla que el Papa Benedicto XVI usará en la Catedral de León el 25 de marzo. En su opinión esta labor "no es un trabajo especial, se pasa de especial".
En declaraciones a la agencia Efe, González dijo que "éste no es un trabajo especial; se pasa de especial. El simple hecho de que es para el Papa lo marca a uno y, como me decía el Padre Lemus, esta silla nada más la va a usar el Papa y de ahí se va al Museo de Arte Sacro".
El artesano relató que durante 13 días ocultó a su familia el encargo que le habían hecho, hasta que no se pudo contener y llorando dijo: "estoy haciendo la silla papal". "La verdad es que lloré. No pude contenerme", dijo González al relatar cómo contó a su familia el encargo que le hizo por teléfono el Padre José Salomé Lemus, rector de la Catedral de León.
"Llegó un momento en que ya no se pudo ocultar", afirmó el carpintero y agrega que hizo la revelación cuando su hija Noemí le preguntó qué escondía.
La silla papal es elaborada con caoba chiapaneca, una de las maderas más finas en México, cuenta el carpintero que elabora el mueble en dos fases: entre los seis carpinteros involucrados y el tornero arman las piezas, y posteriormente el tallador hará los detalles.
La silla medirá entre 1,60 y 1,70 metros de altura, dependiendo de los detalles del escudo papal que coronará el respaldo; y 79,5 centímetros de ancho por 62 de fondo.