VATICANO,
En su saludo en español este mediodía (hora de Roma) luego de rezar el Ángelus, el Papa Benedicto XVI alentó a escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón.
El Santo Padre invitó a "todos a escuchar la voz de Dios y a no endurecer el corazón. Busquemos tiempo para meditar cuanto el Señor nos propone en la divina Palabra y respondamos a ella con una oración sincera, constante y humilde".
De ahí, dijo el Santo Padre, "sacaremos fuerzas para afrontar las dificultades de la vida y servir con sencillez a los que nos rodean, sobre todo a quienes pasan por pruebas diversas".
En su reflexión previa a la oración mariana, el Papa se refirió al pasaje del Evangelio de hoy, de San Marcos, en el que un hombre "poseído por un espíritu inmundo" reconoce en Cristo al "Santo de Dios" y Mesías que lo libera de la posesión.
El Papa afirmó que "la palabra que Jesús dirige a los hombres abre inmediatamente el acceso a la voluntad del Padre y a la verdad de sí mismos".
"No así, en cambio, sucedía a los escribas, que tenían que esforzarse en interpretar las Sagradas escrituras con numerosas reflexiones. Además, a la eficacia de la palabra, Jesús unía aquella de los signos de la liberación del mal".