WASHINGTON,
Unas 400.000 personas de todo el país se reunieron el lunes 23 de enero en Washington DC en la célebre Marcha por la Vida que cada año aboga por los no nacidos en Estados Unidos. Como ya es tradición los grandes medios de comunicación ignoraron el evento.
La cita reunió a jóvenes, mujeres, hombres y niños de todo el país que durante varias horas soportaron intenso frío, neblina y hasta lluvia mientras recorrían las principales calles de la capital estadounidense hasta la sede del Capitolio.
La marcha se llevó a cabo un día después del aniversario número 39 de la decisión judicial Roe v. Wade de la Corte Suprema que legalizó el aborto en los Estados Unidos.
Los manifestantes se reunieron en el National Mall para escuchar las disertaciones de congresistas y líderes pro-vida.
El Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (Republicano-Ohio), afirmó ante los manifestantes que "la vida y la libertad" son dos principios fundamentales que se entrelazan para "formar el núcleo de nuestro carácter nacional."
"Cuando afirmamos la dignidad de la vida, afirmamos nuestro compromiso con la libertad", dijo. Cuando no somos capaces de defender la vida, "la libertad se ve disminuida."