VATICANO,
Al recibir esta mañana a un grupo de seminaristas del Almo Collegio Capranica de Roma, el Papa Benedicto XVI resaltó que los sacerdotes deben tener un profundo anhelo de santidad y que además de la ascesis, deben vivir la fidelidad de manera heroica.
En su discurso a los miembros de la citada institución, que el 21 de enero celebra la fiesta de Santa Inés, virgen y mártir, el Papa hizo algunas reflexiones a partir la vida de esta testigo de la fe.
"El martirio, para Santa Inés, significó la generosa y libre aceptación de donar su joven vida, en su totalidad y sin reservas, para que el Evangelio fuese anunciado como verdad y belleza que iluminan la existencia", indicó el Santo Padre.
El Santo Padre resaltó luego que "en el martirio, Inés sella también otro elemento decisivo de su vida, la virginidad por Cristo y por su Iglesia. La entrega total en el martirio fue precedida por la elección consciente, libre y madura, de la virginidad, como testimonio de la voluntad de ser totalmente de Cristo (…). Inés, todavía joven, había aprendido que ser discípulos del Señor quiere decir amarlo poniendo en juego toda la existencia".
"También la formación del presbítero debe ser integral, completa; exige ejercicio ascético, constancia y fidelidad heroica, en todos los aspectos que la constituyen. En la base debe haber una sólida vida espiritual, animada por una relación intensa con Dios a nivel personal y comunitario, con especial cuidado en las celebraciones litúrgicas y en la frecuencia de los sacramentos".
El Papa Benedicto XVI subrayó además que "la vida sacerdotal requiere un anhelo creciente de santidad, un claro ‘sensus Ecclesiae’ y una apertura a la fraternidad sin exclusiones ni parcialidades".