VATICANO,
En una reflexión sobre la crisis económica global, el Papa Benedicto XVI señaló que el destino de cada persona está ligado al de todos, y por eso es necesario recuperar y vivir los valores como la acogida, la solidaridad y la legalidad.
Así lo indicó el Papa en su discurso a las autoridades administrativas del Ayuntamiento y la provincia de Roma, y de la región Lazio, a quienes tradicionalmente recibe en audiencia por estas fechas para el intercambio de felicitaciones de Año nuevo.
Benedicto XVI afirmó que "los desafíos actuales son múltiples y complejos. Será posible vencerlos sólo en la medida en que se refuerce la conciencia de que el destino de cada uno está ligado al de todos. Por eso, la acogida, la solidaridad y la legalidad son valores fundamentales".
Sobre la crisis económica actual, el Pontífice dijo que "puede ser una ocasión para que toda la comunidad civil verifique si los valores en los que se basa la vida social han generado una sociedad más justa, equitativa y solidaria, o si por el contrario es necesaria una profunda reflexión para recuperar los valores que favorecen una recuperación económica y, al mismo tiempo, promueven el bien integral de la persona humana".
Para Benedicto XVI, las raíces de la crisis están en "el individualismo, que oscurece la dimensión relacional del hombre y lo conduce a encerrarse en su pequeño mundo propio, a satisfacer ante todo sus propias necesidades y deseos, preocupándose poco de los demás".
Consecuencias de esta mentalidad son "la especulación inmobiliaria, la dificultad de los jóvenes para incorporarse al mundo del trabajo, la soledad de los ancianos, el anonimato que caracteriza con frecuencia la vida en las ciudades, y la consideración a veces superficial de las situaciones de marginación y pobreza".