SANTIAGO,
El Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH), Mons. Ricardo Ezzati, señaló que sigue vigente la sentencia del Vaticano hacia el P. Fernando Karadima, de retirarse a una vida de penitencia y oración y no tener contacto con las personas que se hayan dirigido espiritualmente con él.
En declaraciones el 5 de enero al diario La Segunda, el Prelado se refirió a la denuncia de que un miembro de la Unión Sacerdotal se contactó vía telefónica con el sacerdote, a pesar de la orden de la Santa Sede que lo encontró culpable de abusos sexuales.
"Al saber que uno de los miembros de la Unión Sacerdotal había tomado contacto telefónico con el P. Fernando, levanté fuerte mi voz para recalcar que ello era indebido y para exigir a todos absoluta obediencia a lo establecido por la Santa Sede", afirmó.
Mons. Ezzati dijo que esto "constituía una falta grave, de la cual el obispo ha hecho conciencia al interesado y a todos como medida preventiva. Lo establecido por la Santa Sede sigue tal como los decretos respectivos han establecido. No se ha modificado la sentencia, ni se han dulcificado las determinaciones derivadas de ella".
Como se recuerda, el Vaticano señaló que "será preocupación del arzobispo de Santiago, de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, evaluar el lugar de residencia, dentro o fuera de la diócesis, de tal modo de evitar absolutamente el contacto con sus ex parroquianos o con miembros de la Unión Sacerdotal o con personas que se hayan dirigido espiritualmente con él".
Con respecto al lugar de residencia definitiva, el Presidente de la CECH dijo que esto "no es tarea fácil, ya que en Chile son muy pocas las estructuras que pueden ofrecer garantías suficientes para el objetivo propuesto. De ello está consciente también la Santa Sede".