VATICANO,
El Papa Benedicto XVI presidió esta mañana la oración del Ángelus con motivo de la solemnidad de la Epifanía, en la que afirmó que Jesús es el sol que ilumina la vida de los hombres y guía su peregrinación hacia la tierra de la libertad y la paz.
"Jesús es el sol surgido en el horizonte de la humanidad para iluminar la existencia personal de cada uno de nosotros y para guiarnos todos juntos hacia la meta de nuestra peregrinación, hacia la tierra de la libertad y de la paz, en la que viviremos por siempre en plena comunión con Dios y entre nosotros", afirmó.
El Papa dijo que la celebración de la Epifanía del Señor es muy antigua, "que tiene su origen en el Oriente cristiano y pone en evidencia el misterio de la manifestación de Jesucristo a todas las gentes, representadas por los Magos que vinieron a adorar al Rey de los Judíos apenas nacido en Belén, como narra el Evangelio de Mateo".
En ese sentido, dijo que el nacimiento de Cristo, "aquella ‘luz nueva’ que se ha encendido en la noche de Navidad, comienza hoy a resplandecer sobre el mundo, como sugiere la imagen de la estrella, una señal celeste que llamó la atención de los Magos y los guió en su viaje hacia Judea".
El Papa explicó que "todo el periodo de la Navidad y de la Epifanía está caracterizado por el tema de la luz, ligado también al hecho que, en el hemisferio norte, después del solsticio de inverno el día vuelve a alargarse con respecto a la noche. Pero, más allá de su posición geográfica, la palabra de Cristo vale para todos los pueblos: ‘Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida’".
En ese sentido, recordó que el anuncio del misterio de salvación fue "confiado por Cristo a su Iglesia. ‘Ello –escribe San Pablo– ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas. Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio’".