VATICANO,
En su reflexión antes del Ángelus dominical el Papa Benedicto XVI señaló que el misterio de la Navidad está en confiar en el amor de Dios para acoger la vida divina del Niño Jesús
A continuación la reflexión completa del Santo Padre presentada por Radio Vaticana:
"En este cuarto domingo de Adviento, la liturgia nos presenta este año el relato del anuncio del Ángel a María. Contemplando el icono estupendo de la Santísima Virgen, en el momento en que recibe el mensaje divino y da su respuesta, somos iluminados interiormente por la luz de la verdad que emana, siempre nueva, de aquel misterio.
En particular, quisiera detenerme brevemente sobre la importancia de la virginidad de María, es decir del hecho de que ella ha concebido a Jesús permaneciendo virgen.
Como telón de fondo del acontecimiento de Nazaret está la profecía de Isaías. ‘He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel’.
Esta antigua promesa ha encontrado cumplimiento sobreabundante en la Encarnación del Hijo de Dios. En efecto, no sólo la Virgen María ha concebido, sino que lo ha hecho por obra del Espíritu Santo, es decir del mismo Dios. El ser humano que comienza a vivir en su seno toma la carne de María, pero su existencia deriva totalmente de Dios.