ROMA,
El Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, beatifica este sábado 17 de diciembre a 23 mártires en Madrid (España) asesinados por odio a la fe durante la Guerra Civil, y que además perdonaron a sus verdugos antes de morir.
La beatificación de los llamados Mártires de Paracuellos hará que sean elevado a los altares un laico y 22 miembros Oblatos de María Inmaculada. Esta ceremonia se realiza coincidiendo con 150 años de la muerte de San Eugenio de Mazenot, fundador de la congregación, y con los 200 años de su ordenación sacerdotal.
El postulador de la causa, Joaquín Martínez Vega, cuenta en la edición para el 17 de diciembre del diario vaticano L’Osservatore Romano que los Oblatos abrieron un seminario en Pozuelo de Alarcón en 1929, lo que nunca fue bien visto por las filas anticlericales del lugar que "tenían como objetivo a los ‘frailes’".
En los primeros meses de 1936 la tensión era intensa y recuerda que "todos los fines de semana los jóvenes marxistas que se reunían en el lugar llamado Fuente de la salud, cerca al convento, gritaban en sus puertas: ¡muerte a los padres!"
El 22 de julio, a las 3:00 p.m. "un nutrido contingente de milicianos, armados con escopetas y pistolas, atacó el convento. La primera cosa que hicieron fue arrestar a los religiosos que eran 38, reduciéndolos en una sola sala para vigilarlos, con las armas apuntándoles. Luego los milicianos comenzaron a buscar en el convento para buscar armas".
La búsqueda, relata Martínez, fue infructuosa: "solo encontraron cuadros religiosos, imágenes, crucifijos, rosarios y ornamentos sacros. El 24 de julio, hacia las 3 o 4 de la mañana, ocurrieron las primeras ejecuciones".