MADRID,
La exdirectora de una clínica especializada en abortos en Texas (EE.UU.) y autora del libro "Sin Planificar" (Ediciones Palabra), Abby Johnson, advirtió que el aborto se ha convertido en un "virus" que se ha infiltrado en la sociedad y ha animado a los que financian o trabajan en centros que practican abortos provocados a darse cuenta de la "humanidad" del niño "destruido".
Johnson, que se sometió en su vida a dos abortos y que trabajó durante años en una clínica que los realizaba, recuerda en la obra el momento en que supo que no debía seguir con su empleo.
La autora cuenta que un día la necesitaron para practicar un aborto con ecografía y que, mientras sujetaba la sonda y veía el perfil del feto de 13 semanas, deseó no estar allí.
"No podía imaginar hasta qué punto esos diez minutos sacudirían la base sobre la que se asentaban mis valores y terminarían cambiando mi vida", asegura en el libro. Así, relata cómo el médico introdujo la cánula y cuando la sintió el feto, éste empezó a dar patadas. Después, según afirma, conectó el modo succión y vio "un cuerpo minúsculo retorcerse violentamente".
Johnson espera que sus recuerdos remuevan la conciencia de quienes aún siguen trabajando, aunque advierte de que esos empleados "no son el enemigo" pues, a su juicio, son "buenas personas que han sido mal informadas" y que, en realidad, buscan lo mismo que los contrarios al aborto, es decir, ayudar a la mujer, solo que no del "mejor" modo.
"Los trabajadores y voluntarios de ambas partes tienen como objetivo ayudar a la mujer y a su familia y ofrecerle la mejor atención", ha asegurado, al tiempo que ha concretado que la diferencia estriba en que "los que apoyan el aborto la ayudan en el preciso momento de la crisis mientras que los pro-vida lo hacen a largo plazo, mirando lo que es mejor para la mujer".