ROMA,
El Arzobispo de Colombo (Sri Lanka), Cardenal Malcolm Ranjith, anunció que los católicos no participarán en diciembre en los actos organizador por el Gobierno, como protesta por detener y acusar a cuatro misioneras de la caridad de tráfico de niños, basándose solo en una "llamada anónima".
"Pregunté a las hermanas sobre las acusaciones que existen contra ellas y me respondieron claramente que nunca han vendido un niño ni tampoco han dado a ningún niño en adopción sin seguir los procedimientos legales pertinentes", afirmó el Purpurado, que rechazó las "mentiras" con que se quiere manchar a las religiosas.
Por ello, criticó que la Policía entrara en el convento de "Prem Nivesa" el pasado 23 de noviembre a petición de la Autoridad Nacional de Protección del Niño y detuviera a la superiora, hermana Mary Eliza –libre bajo fianza-, usando "acusaciones sin fundamentos".
El Purpurado defendió la labor de las religiosas y recordó que las Misioneras de la Caridad, "a diferencia de otros organismos" que promueven el aborto, buscan que los niños "nazcan y tengan un futuro digno".
Según informaciones, las organizaciones cristianas en el sur de Asia suelen recibir presiones de los gobiernos cuando se les acusa de "proselitismo" debido a su labor evangelizadora.
En Sri Lanka el 70 por ciento de la población es budista, un 15 por ciento practica el hinduismo y el restante 15 por ciento se divide entre cristianos, musulmanes y otras religiones.