OUIDAH,
En el seminario de San Galo, en la ciudad de Ouidah (Benin), el Papa Benedicto XVI propuso magistralmente un programa de vida para todos los sacerdotes, seminaristas, religiosos y laicos de la Iglesia, alentando a todos a vivir santamente en el amor.
Luego de reunirse con el presidente de Benin y tras rezar ante la tumba de su amigo el Cardenal Bernardin Gantin, el Santo Padre agradeció a los presentes por su compromiso pese a las dificultades que enfrentan.
Seguidamente propuso un programa de vida para cada una de las vocaciones que los fieles pueden seguir en la Iglesia comenzado por los sacerdotes.
A ellos les recordó que "la responsabilidad de promover la paz, la justicia y la reconciliación, os incumbe de una manera muy particular. En efecto, por la sagrada ordenación que recibisteis, y por los sacramentos que celebráis, estáis llamados a ser hombres de comunión. Así como el cristal no retiene la luz, sino que la refleja y la devuelve, de igual modo el sacerdote debe dejar transparentar lo que celebra y lo que recibe".
"Por tanto os animo a dejar trasparentar a Cristo en vuestra vida con una auténtica comunión con el obispo, con una bondad real hacia vuestros hermanos, una profunda solicitud por cada bautizado y una gran atención hacia cada persona. Dejándoos modelar por Cristo, no cambiéis jamás la belleza de vuestro ser sacerdotes por realidades efímeras, a veces malsanas, que la mentalidad contemporánea intenta imponer a todas las culturas".
Finalmente los exhortó a "no subestimar la grandeza insondable de la gracia divina depositada en vosotros y que os capacita a vivir al servicio de la paz, la justicia y la reconciliación".