VATICANO,
Antes de comenzar hoy el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI explicó que Dios ha dado a todos los hombres el don de la caridad, del amor que cada ser humano debe hacer dar fruto para darle sentido a la existencia.
Meditando sobre la parábola de los talentos, en el penúltimo domingo del Año Litúrgico, el Santo Padre dijo que que "Dios llama a todos los hombre a la vida y les da talentos, confiándoles al mismo tiempo una misión que cumplir. Sería de necios pensar que estos dones son merecidos, así como renunciar a demostrarlo sería un retroceso en el objetivo de la propia existencia".
Desde su ventana del Palacio Apostólico y ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI indicó que el Señor "no hace faltar a nadie el don de su caridad, del amor".
Asimismo invitó a acoger sin miedo el don de la caridad, que "consiste tanto en amar a los amigos como a los enemigos", ya que "si a alguien le faltara tal virtud, pierde todos los bienes que tiene, es privado de los talentos recibidos y es empujado hacia afuera, a las tinieblas".
Como en la parábola de los talentos en la que el amo vuelve para ver cómo ha usado cada uno de los siervos lo confiado a ellos, "el Señor vendrá y querrá ver en nosotros los frutos de su amor. La caridad y el bien fundamental que a nadie le puede faltar poner a madurar y sin el cual cualquier otro dono es vano".
"Si Jesús nos ha amado hasta el punto de dar la vida por nosotros, ¿cómo podríamos no amar a Dios con todo nuestro ser y amarnos realmente de corazón los unos a los otros?", cuestionó el Santo Padre.