BOGOTÁ,
El Secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Juan Vicente Córdoba, expresó su deseo de que la muerte del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "Alfonso Cano", no desencadene una nueva ola de violencia y reiteró su ofrecimiento de participar en el diálogo por la paz.
La noticia del abatimiento de Cano se confirmó la noche del 4 de noviembre, como resultado de la operación "Odiseo" realizada por el ejército en el departamento del Cauca en la zona suroccidental del país.
La muerte de Cano se produce luego de la de Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, en marzo de 2008 en territorio ecuatoriano, y la de Víctor Julio Suárez Rojas, alias Mono Jojoy, en setiembre de 2010. "Alfonso Cano" era considerado el ideólogo de las FARC, quien en 2008 sucedió a Manuel Marulanda Vélez, alias Tiro Fijo, quien falleció tras 40 años al mando de la guerrilla narcoterrorista.
El Obispo aseguró que la Iglesia no se alegra ni celebra la muerte de nadie tampoco la de Guillermo León Sáenz Vargas (nombre verdadero de Cano) pero que entiende la situación de conflicto del país y reconoce el trabajo de los militares por cumplir con su deber de preservar el orden en la nación.
Mons. Córdoba dijo que "duele la partida de un ser en un cruce de balas. Tienen familia y dignidad. Pero las Fuerzas Armadas tienen que asumir su responsabilidad de ofrecer seguridad y lo están haciendo bien".
El Prelado dijo luego que "sin embargo la violencia trae más violencia, aunque algunas veces sea justificada cuando es la defensa de la vida propia o del orden de un país. No es el camino ideal. Nosotros como Iglesia queremos plantear que el camino de la paz es el diálogo".