VATICANO,
En su reflexión previa al Ángelus de este domingo en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI aseguró que quien cree en Dios-Amor porta en sí una esperanza invencible que permite al creyente atravesar con una lámpara de luz la noche de la muerte.
El Santo Padre al iniciar su reflexión que las lecturas bíblicas de hoy "invitan a prolongar la reflexión sobre la vida eterna, iniciada con ocasión de la conmemoración de todos los fieles difuntos. Sobre este punto es clara la diferencia entre quien cree y quien no cree, o, se podría igualmente decir, entre quien espera y quien no espera".
El Papa afirma que la fe en el Señor marca un antes y un después en la vida de los pueblos, en donde la nada y la desesperanza son fruto del paganismo.
"Si quitamos a Dios, si quitamos a Cristo, el mundo cae en el vacío y en la oscuridad. Y esto encuentra relación también en las expresiones del nihilismo contemporáneo, un nihilismo a menudo inconsciente que desgraciadamente contagia a muchos jóvenes", aseguró.
Sobre el Evangelio de las diez jóvenes que esperan al esposo y de las cuales solo cinco entran al banquete porque tienen aceite para sus lámparas, Benedicto XVI explicó que el óleo es "un símbolo del amor, que no se puede comprar, pero que se recibe como don, se conserva en la intimidad y se practica en las obras".
"Verdadera sabiduría es aprovechar la vida mortal para hacer obras de misericordia, porque, después de la muerte, ello no será posible", precisó.