PARIS,
El ataque contra las oficinas y la página web de la revista satírica francesa "Charlie Hebdo", que ha dedicado su último número a ironizar sobre el Islam y Mahoma, ha recibido la condena unánime de la clase política y de los medios de comunicación en Francia, en una defensa conjunta de la libertad de expresión.
Las instalaciones de la revista sufrieron la pasada madrugada un grave incendio tras ser atacadas con cócteles molotov y la página web fue hackeada y llegó a mostrar imágenes de una mezquita con el mensaje "no hay más dios que Alá".
El número de esta semana ironizaba con el auge islamista tras la victoria del partido Ennahda en las elecciones de Túnez.
El primer ministro francés, François Fillon, ha abogado por investigar los hechos y ha advertido de que "los autores serán perseguidos".
En la misma línea, el ministro del Interior, Claude Guéant, ha trasladado su "solidaridad" con la publicación, a través de unas declaraciones en las que ha subrayado que "la libertad de prensa es sagrada" en Francia.
Por su parte, el candidato del Partido Socialista a las presidenciales del próximo año, François Hollande, ha dicho que "el fundamentalismo religioso, en cualquiera de sus formas, debe ser denunciado".