VATICANO,
Al presidir este mediodía (hora local) el rezo del Ángelus en la Solemnidad de Todos los Santos, el Papa Benedicto XVI señaló que esta Fiesta constituye un aliento para que todos los católicos sean santos como Dios es santo.
En su saludo en español, el Papa dijo que la liturgia de hoy "nos invita a contemplar el amor infinito de Dios, que se refleja en la victoria de los que ya gozan de su gloria en el cielo".
"Es el amor del Padre que nos llama a ser hijos suyos, nos entrega a su propio Hijo para redimirnos con su sangre purificadora. Por eso nos proclama dichosos aun cuando sufrimos tribulación, porque en Él tenemos nuestra esperanza".
"Respondamos –alentó el Papa– con generosidad y coherencia a ese don, que ha sido derramado en nuestros corazones, siendo Santos como Dios es Santo, para que también en nosotros se manifieste su gloria".
En su reflexión en italiano, Benedicto XVI dijo que la Fiesta de hoy "nos recuerda que la santidad es la vocación originaria de cada bautizado. Cristo, de hecho, que con el Padre y con el Espíritu es el sólo Santo, ha amado a la Iglesia como su esposa y se ha dado a sí mismo por ella, a fin de santificarla".
"Por esta razón todos los miembros del Pueblo de Dios están llamados a ser santos, según la afirmación del apóstol Pablo: ‘La voluntad de Dios es que sean santos’. Por lo tanto, estamos invitados a mirar la Iglesia no en su aspecto temporal y humano, marcado por la fragilidad, sino como Cristo la ha querido, esto es ‘comunión de los Santos’".