VATICANO,
El Papa Benedicto XVI viajó hoy a la ciudad italiana de Asís con ocasión de la Jornada de reflexión, oración y diálogo titulada "Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz" con representantes de distintas religiones. Allí exhortó a todos a trabajar por la paz y combatir la violencia y el terrorismo.
Al llegar a la Basílica de Santa María de los Ángeles de Asís, el Papa fue recibido por una delegación de los franciscanos. Posteriormente, el Presidente Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, saludó a los participantes y presentó un video conmemorativo del primer encuentro de Asís en 1986 promovido por el Beato Juan Pablo II.
Entre los líderes religiosos que intervinieron en el encuentro están Bartolomé I, Arzobispo ortodoxo de Constantinopla; el arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Douglas Williams; el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fykse Tveit; el rabino del Gran Rabinato de Israel, David Rosen; el representante de la hinduistas, Acharya Shri Shrivatsa Goswami; y el Secretario general de la Conferencia Internacional de las Escuelas Islámicas, Kyai Haji Hasyim Muzadi.
En su discurso, el Papa Benedicto XVI señaló que aunque actualmente "no haya a la vista amenazas de una gran guerra, el mundo está desafortunadamente lleno de discordia. No se trata sólo de que haya guerras frecuentemente aquí o allá; es que la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, y caracteriza la condición de nuestro mundo".
Benedicto XVI explicó luego que existen dos formas de violencia. La primera de ellas es el terrorismo, que "es a menudo motivado religiosamente y que, precisamente el carácter religioso de los ataques sirve como justificación para una crueldad despiadada, que cree poder relegar las normas del derecho en razón del ‘bien’ pretendido. Aquí, la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia".
Sobre este tema el Santo Padre admitió que "también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza" pero precisó luego que "es absolutamente claro que éste ha sido un uso abusivo de la fe cristiana, en claro contraste con su verdadera naturaleza".