LIMA,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, alentó a ocho nuevos diáconos a perseverar en su fidelidad a Dios a través de los sacramentos y la oración, porque "el mundo de hoy está necesitando cada vez más de testigos de Cristo", que con su testimonio iluminen y transmitan la presencia de Dios.
"Por eso a partir de hoy, de manera más exigente, cuiden ese ritmo de la oración personal y al mismo tiempo, también vivan con especial cuidado la belleza de la celebración litúrgica, especialmente en el cuidado y respeto con el que tratan la Eucaristía, el cuerpo de Cristo", dijo el Purpurado durante la Misa celebrada el sábado en la Catedral de Lima.
El Cardenal dijo que "es fundamental crecer en la humildad para no hacer nuestra voluntad sino la de Cristo y esa humildad es el aire donde puede vivir la caridad. El amor que Dios nos da y nos brinda a través de su hijo Jesucristo en la Eucaristía, en la Confesión es la señal de todos los cristianos".
Ante los miles de fieles, el Arzobispo de Lima defendió el don del celibato. "Es un regalo de Dios que nos corresponde cultivarlo con la oración, con el afán misionero, siendo apóstoles, llevando ese amor a las almas, buscando esas vocaciones, acercando a esos matrimonios, educando a esa juventud, acercando a las almas. Esa entrega generosa es un don del amor que se cultiva, se cuida cada día y se entrega", expresó.
El Cardenal Cipriani agradeció a las familias y amigos que colaboraron para "que esta semilla que puso Dios en las almas" de los nuevos diáconos germine cada día.
"Así también a los formadores del seminario y a los sacerdotes que en diferentes parroquias, en diferentes lugares, han sido la luz que a ustedes los llamó a esta vocación", señaló.