En su discurso esta mañana en la Nunciatura Apostólica en Berlín a un grupo de representantes de la comunidad islámica en Alemania, el Papa Benedicto XVI señaló que cristianos y musulmanes pueden colaborar para proteger y promover los valores fundamentales en la sociedad como la vida, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa.
En Alemania hay unos 4 millones y medio de musulmanes, de los cuales el 70 por ciento es de origen turco, mientras el resto procede sobre todo de los países árabes, de los Balcanes e Irán. El 75 por ciento de los musulmanes de Alemania es de confesión sunita y la mezquita más antigua edificada en tierra alemana se encuentra en Berlín.
En su discurso, el Santo Padre señaló que "pienso que es posible una colaboración fecunda entre cristianos y musulmanes. Y, de este modo, contribuiremos a la construcción de una sociedad que, bajo muchos aspectos, será diversa de aquello que nos ha acompañado desde el pasado".
"En cuanto hombres religiosos, a partir de las respectivas convicciones, podemos dar un testimonio importante en muchos sectores cruciales de la vida social. Pienso, por ejemplo, en la tutela de la familia fundada sobre el matrimonio, en el respeto de la vida en cada fase de su desarrollo natural o en la promoción de una justicia social más amplia", alentó.
El Papa recordó que a partir de los años 70, la presencia de muchas familias musulmanas se había convertido cada vez más en una característica de Alemania e insistió en el compromiso de fomentar por ambas partes la comprensión y el conocimiento recíprocos, esenciales "no sólo para la convivencia pacífica, sino para la aportación mutua al bien común de la misma sociedad".
"Muchos musulmanes conceden gran importancia a la dimensión religiosa. Esto a veces se interpreta como una provocación en una sociedad que tiende a marginar este aspecto o, como máximo, a admitirlo en la esfera de las decisiones individuales".