ROMA,
El Papa Benedicto XVI se reunirá por cuarta vez con víctimas de abusos a menores en Alemania para mostrar su pesar, apoyo y condena a este delito. No es la primera vez que el Papa demuestra su más sincera repugna ante los casos de abusos sexuales.
En el año 2008, se reunió con algunos de los afectados en Estados Unidos, en 2010 hizo lo propio en Malta y Reino Unido, además hizo pública una carta de condena a los criminales y apoyo a los familiares.
La Iglesia Católica condena cualquier clase de abuso contra menores, mujeres, o persona indefensa, y cualquier tipo de explotación laboral, sexual, o acto que atente contra las enseñanzas de Jesucristo que describen las Sagradas Escrituras.
El año pasado, el Papa Benedicto XVI mostró su congoja ante la práctica de estas aberraciones en su carta a los Católicos de Irlanda: "Al igual que vosotros, estoy profundamente consternado por las noticias que han salido a la luz sobre el abuso de niños y jóvenes vulnerables por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos".
El Santo Padre comparte también "la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros habéis experimentado al enteraros de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que los afrontaron las autoridades de la Iglesia en Irlanda".
Desde que se comenzó a entender plenamente la gravedad y la magnitud del problema de los abusos sexuales, la Iglesia ha llevado a cabo una cantidad inmensa de trabajo en muchas partes del mundo para hacerle frente y ponerle remedio.