ROMA,
El Padre Peter Watchasin, sacerdote que sirve en Bangkok y director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Tailandia, lamentó el suicidio de 600 desplazados por el trauma post-inundaciones que sufrieron a causa de las lluvias torrenciales en ese país en los últimos días.
"El único remedio es demostrar inmediatamente a los desplazados una gran prueba de solidaridad, para hacerles entender que no están abandonados a sí mismos", señaló el sacerdote.
Asimismo, explicó que "se necesitan alimentos, medicinas, ropa, tiendas de campaña y también equipos de médicos y psicólogos especializados para abordar el impacto del trauma".
Según informó la agencia vaticana Fides, Tailandia ha tenido una semana de fuertes lluvias que causó inundaciones en 21 provincias en el centro-sur del país, dejando 87 muertos y cerca de 30 mil desplazados internos, de éstos, el 2 por ciento, unas 600 personas, se suicidó.
Fides señala también que según informes del Ministerio de Salud, cerca de la mitad de los desplazados, 13 mil personas, están sufriendo problemas psiquiátricos, depresión y síndromes post-traumáticos, lo que incrementó la tasa de suicidios.
Algunos refugiados se han dejado morir de hambre y sed, mientras que otros se dejaron llevar por el agua que ha inundado pueblos enteros en la zona norte de Bangkok.