ANCONA,
Al presidir esta mañana (hora local) la Misa de clausura del 25° Congreso Eucarístico Nacional italiano realizado en Ancona, el Papa Benedicto XVI explicó que la Eucaristía, don del amor de Dios, es un "antídoto" al individualismo, egoísmo e indiferencia que afectan al hombre en el mundo de hoy.
La nota de Radio Vaticana refiere que el Papa dijo que la Eucaristía es el camino para recuperar el primado de Dios en la vida cotidiana, ya que "la comunión eucarística, queridos amigos, nos arranca de nuestro individualismo, nos comunica el espíritu de Cristo muerto y resucitado, nos conforma a Él".
La Eucaristía, indicó, "nos une íntimamente a los hermanos en este misterio de comunión que es la Iglesia, donde el único Pan hace de muchos un solo cuerpo, realizando la oración de la comunidad cristiana desde los orígenes".
"La Eucaristía sostiene y transforma la entera vida cotidiana. Come recordaba en mi primera Encíclica, ‘en la comunión eucarística está contenido el ser amados y el amar a su vez a los otros’, por esto ‘una Eucaristía que no se traduzca en amor concretamente practicado es en sí misma fragmentada’".
La historia de la Iglesia, dijo luego el Papa, permite constatar que "nutrirse de Cristo es el camino para no permanecer extraños o indiferentes a la suerte de los hermanos, para entrar en la misma lógica de amor y de donación del sacrificio de la Cruz".
"Quien sabe arrodillarse delante de la Eucaristía, quien recibe el cuerpo del Señor no puede no estar atento, en la trama ordinaria de los días, a las situaciones indignas del hombre, y sabe inclinarse en primera persona sobre el necesitado, sabe partir el propio pan con el hambriento, compartir el agua con el sediento, vestir al que está desnudo, visitar al enfermo y al encarcelado".