MADRID,
El Obispo de Santander (España), Mons. Vicente Jiménez, está seguro que para superar la escasez de sacerdotes en su diócesis –y otras tantas del mundo– no se puede rebajar las exigencias de la vida sacerdotal ni abolir el celibato.
ReligiónenLibertad.com destacó la rotunda defensa del celibato sacerdotal que hizo el Obispo "pues se trata del pastor de una diócesis escasa en curas (315 para atender a 615 parroquias, de los cuales 103 superan la edad de jubilación de 75 años) y con una agenda de ordenaciones presbiterales no muy recargada: sólo diez muchachos en el Seminario Mayor y tres en el Menor".
En una entrevista concedida al Diario Montanés, Mons. Jiménez admite que la falta de vocaciones en su diócesis es "preocupante" pero no cree que la solución sea "facilitar" el camino.
"La vocación debe ser exigente y sin rebajas", afirma y explica que "hay voces que creen que si quitamos el celibato y permitimos el matrimonio entre sacerdotes habría más. No lo creo".
El Obispo señala el ejemplo de la iglesia protestante en la que "no existe el celibato y tienen menos vocaciones que la católica".
Mons. Jiménez considera que el asunto tiene otra explicación. "El tema no es celibato sí o celibato no. El tema es que si un joven quiere entregar su vida porque ha tenido la llamada del Señor tiene que ser muy generoso", sostiene y agrega que se "debe contar con condiciones que se lo hagan más fácil, como el apoyo familiar".