VATICANO,
En la catequesis de la audiencia general de este miércoles y prosiguiendo el ciclo sobre la oración, el Papa Benedicto XVI aseguró que Dios siempre escucha, responde y salva al hombre ante la oscuridad, la angustia y el dolor.
Ante unos 11 mil peregrinos reunidos esta mañana en la Plaza de San Pedro y tras explicar que hoy inicia un ciclo de catequesis sobre los salmos "el libro de oración por excelencia", el Santo Padre reflexionó sobre el salmo 3, en el que el rey David eleva a Dios "una súplica de profunda fe y confianza".
El Papa dijo que, con la oración, "el hombre ya no está solo, los enemigos no son imbatibles como parecía, porque el Señor escucha el grito del oprimido y responde desde el lugar de su presencia, desde su monte santo".
"El hombre –prosiguió– grita en la angustia, en el peligro, en el dolor; el hombre pide ayuda y Dios responde. Este entrelazarse entre grito humano y respuesta divina es la dialéctica de la oración y la clave de lectura de toda la historia de la salvación".
El Santo Padre explicó luego que el grito humano "expresa la necesidad de ayuda y se confía a la fidelidad del otro. Gritar quiere decir poner un gesto de fe que se hace cercano y disponible a la escucha de Dios".
La oración, precisó luego, "expresa así la certeza de una presencia divina ya experimentada y creída, que en la respuesta salvífica de Dios se manifiesta plenamente. Es importante que en la oración se encuentre la certeza de la presencia de Dios".