HUELVA,
Ramona Estévez, la mujer de 91 años a la que se le retiró la sonda nasogástrica que la alimentaba e hidrataba el pasado 23 de agosto, ha fallecido este martes 6 de septiembre alrededor de las 12:00 (hora local) en el Hospital Blanca Paloma (Huelva) donde estaba ingresada.
El 26 de julio Ramona Estévez sufrió un infarto cerebral lo que la dejó en un estado de coma profundo. En su caso, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía decidió el martes 23 de agosto, a pedido de los familiares, retirarle la sonda que la alimentaba e hidrataba.
Este caso generó dos denuncias de la plataforma pro-vida Derecho a Vivir (DAV). La primera para pedir el restablecimiento de la sonda nasogástrica a la paciente, medida que nunca se realizó.
La segunda se presentó contra la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, y contra el hospital Blanca Paloma por un posible delito de omisión del deber de socorro y otro de inducción o asistencia al suicidio.
El juzgado archivó estas dos denuncias porque, según fuentes de la Fiscalía onubense, la asociación "no es parte interesada en el procedimiento y no se aportan indicios de que haya habido delito".
Sobre el caso, el Obispo de Huelva, Mons. José Vilaplana, señaló hace unos días que "toda acción dirigida a interrumpir la alimentación o la hidratación constituye un acto de eutanasia, en el que la muerte se produce no por la enfermedad, sino por la sed y el hambre provocada".