MADRID,
Más de 25 mil ciudadanos han solicitado a la Fiscalía General del Estado que actúe para suspender la orden de retirar la sonda que alimentaba e hidrataba a una paciente de 90 años ingresada en el hospital Blanca Paloma de Huelva, Ramona Estévez, que se encuentra en estado de coma, según ha informado Derecho a Vivir.
La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía obligó el pasado miércoles 24 de agosto al personal médico del Hospital Blanca Paloma de Huelva a retirar la sonda nasogástrica que mantenía alimentada a la mujer de 90 años en aplicación de la ley de "muerte digna", después de sufrir el 26 de julio un infarto cerebral.
En la petición se especifica que la decisión administrativa de retirar la sonda nasogástrica a la paciente "propicia una práctica eutanásica incompatible con el ordenamiento jurídico" y se trata de una orden "arbitraria" que "causará una agonía lenta y cruel por inanición".
En este sentido, la portavoz de Derecho a Vivir, la doctora Gádor Joya, ha señalado "si la sonda fuera una forma de mantenerla artificialmente con vida, al retirársela habría muerto de forma inmediata". Sin embargo, ha añadido que "Ramona sobrevive estos días porque su organismo puede sobrevivir".
Por ello, Joya ha afirmado que retirar la alimentación y la hidratación "pone en peligro inminente" la vida de la paciente y ha indicado que se trata de una decisión "contraria a la Lex Artis médica".
"Lo que hoy pone en peligro de muerte a esta mujer es la decisión administrativa de negar la alimentación a un paciente a instancias de un hijo mal asesorado. Es la retirada de la sonda nasogástrica lo que le ha provocado ya más de 11 días de agonía", ha subrayado.