MADRID,
El P. Josep Maria Montiu de Nuix, Canciller de la diócesis de Solsona (España), relató su feliz experiencia y su gran asombro ante las multitudes de jóvenes que participaron en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011 en la que llegó a confesar hasta 20 horas diarias en uno de los confesionarios del Parque del Retiro y en el aeródromo de Cuatro Vientos.
En el relato recogido por Religionenlibertad.com, el sacerdote cuenta que esta ha sido su primera JMJ y que "nunca había pensado ni siquiera imaginado o soñado que fuese algo tan maravilloso, tan entusiasmante, tan emocionante. Ha desbordado con mucho todas mis expectativas".
El P. Montiu relata luego que en esta JMJ realizada en agosto, "he estado confesando entre 15 y 20 horas. Escuchando y atendiendo espiritualmente y con corazón de padre, en consecuencia, a gran cantidad de jóvenes, de chicos y de chicas".
"Algunas niñas pequeñas habían venido a confesarse corriendo y dando saltos de alegría y con su rostro respirando una alegría muy comunicativa y hermosa, reflejo del cielo, y después de su confesión manifestaban una alegría impresionante", añade.
Tras comentar que en esta JMJ ha asistido a una "fortísima actuación del Espíritu Santo en las almas" que tendrá "consecuencias insospechables, incalculables, pero en todo caso grandísimas" para la Iglesia, el sacerdote dijo que "el mayor número de las confesiones las he oído en el parque del retiro".
Allí, recordó, "había doscientos confesionarios y donde durante varios días había un horario de confesiones que iba de las 10 de la mañana hasta las 6 horas de la tarde. Un día estuve confesando casi 8 horas seguidas. Cuando se terminaba el horario aún había personas que querían confesar y confesábamos con alegría en medio de la calle".