BUENOS AIRES,
El Obispo de Mar de Plata (Argentina), Mons. Antonio Marino, criticó un proyecto de ley que busca suprimir los símbolos religiosos en Buenos Aires y explicó que hacerlo sería ignorar la identidad histórica y cultural del país, así como el intento de refundar la nación sobre fundamentos "diversos a los ya puestos".
En una columna publicada en el Diario La Capital y recogida por la agencia argentina AICA, el Prelado criticó que la autora de la iniciativa, doctora María José Lubertino, invoque un supuesto "derecho a no creer".
También recordó que "existen otros antecedentes que van en la misma dirección, como el cuestionamiento de la presencia del signo de la cruz en el escudo de la ciudad de Buenos Aires, o la propuesta del retiro de los restos del general San Martín del recinto de la catedral primada".
"Si tomáramos en serio la propuesta de erradicar los símbolos religiosos de las instituciones civiles y de los espacios públicos, esto nos llevaría muy lejos. La aplicación coherente y sistemática de este principio impulsado por una minoría, parece suponer que en la organización de la sociedad se puede ignorar su pasado y su identidad histórica y cultural. Esto equivaldría a pretender fundar nuevamente la patria sobre fundamentos diversos de los ya puestos", advirtió.
Asimismo, indicó que "sería preciso cambiar el preámbulo de la Constitución Nacional donde invocamos a Dios como ‘fuente de toda razón y justicia’. Habría también que eliminar el artículo 2 de la misma, conforme al cual la Iglesia Católica es considerada como una institución de derecho público".
El Prelado resaltó luego que "según la misma línea argumentativa, que ve en los símbolos religiosos una amenaza para la democracia y la libertad, deberíamos entonces cambiar los nombres de innumerables ciudades, provincias y calles que llevan la marca de lo cristiano y católico".