HUELVA,
El Obispo de Huelva (España), Mons. José Vilaplana, explicó que "toda acción dirigida a interrumpir la alimentación o la hidratación constituye un acto de eutanasia, en el que la muerte se produce no por la enfermedad, sino por la sed y el hambre provocada".
Así lo indicó tras el retiro de la sonda nasogástrica que alimentaba e hidrataba a una anciana de 90 años de edad en coma desde hace poco más de un mes.
Ramona Estévez es una anciana española que el 26 de julio sufrió un infarto cerebral lo que la dejó en un estado de coma profundo. Se encuentra internada en el Hospital Blanca Paloma de Huelva. En su caso, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía decidió el martes 23 de agosto, a pedido de los familiares, retirarle la sonda que la alimentaba e hidrataba.
En declaraciones a Europa Press, el hijo de la anciana, José Ramón Páez, aseguró que ha cumplido con la voluntad de su madre; mientras que el vocero del PSOE en Huelva, Mario Jiménez, dijo que el retiro de la sonda se dio en aplicación de la "ley de muerte digna" con lo que "se ha cumplido la ley, que en este país va por delante de los planteamientos religiosos".
En respuesta a estas posturas y para salvar la vida de la anciana, la plataforma Derecho a Vivir (DAV) solicitó la reposición de la sonda nasogástrica, pedido que fue rechazado sin que se notificara a la organización.
Europa Press dio a conocer además que DAV acudirá a los juzgados de Huelva el miércoles 31 de agosto para interponer una denuncia contra la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, por una posible vulneración del derecho fundamental a la objeción de conciencia y un posible delito de omisión de auxilio en el caso de Ramona Estévez.